El fontman de Possessed, Jeff Becerra, compartió un video de {el dando algunos pasos en lo que parece ser unas instalaciones de fisioterapia o un hospital e incluyó el siguiente mensaje: ‘¡Volví a caminar! Volví a caminar por primera vez en más de 30 años con la ayuda de piernas robóticas #possessed #possessedband #rewalk #rewalkrobotics #smallmiracles.’

En 1989, Becerra fue víctima de un asalto a mano armada fallido que lo dejó inmovilizado de la cintura para abajo y en una silla de ruedas.

En una entrevista en 2019, Becerra habló sobre el proceso de recuperación después de haber sido disparado por dos enmascarados. ‘He estado en una silla de ruedas por más tiempo del que pude caminar. Es normal para mí. No fue tanto un accidente, recibí dos disparos de armas diferentes en un robo. Trabajaba en una construcción.’

‘Trabajé algo así como 13 horas ese día. Paré para comprar un paquete de Camel (cigarrillos) y creo que saqué un billete de cien dólares y cuando salía, dos encapuchados, pequeños ninjas, vinieron corriendo y armados: ‘Dame todo tu puto dinero’. Yo intenté resistirme; debí haberles dado el dinero, pero yo estaba jodido, estaba acorralado.’

No era la primera vez que me apuntaban con un arma y sabía que hablaban en serio. Forcejeamos, no había salida y terminé con dos disparos. El primer tipo disparó una 9 mm a mi pecho (señala la cicatriz), pasó por las costillas, destruyó los pulmones y se alojó en la columna. Sí que todavía tengo una bala de 9 mm en la vértebra T3. Creo que el segundo tipo me cubría desde unos 15 pies de distancia, así que no había a dónde correr.’

Creo que fue más un acto reflejo, porque sonó el primer disparo, ‘¡pow!’ y seguido el otro, ‘¡pow!’Como que o preví. Levanté la mano en modo defensivo. No importó. La calibre 22 me habría dado en la frente, pero, en vez de eso, me tiró el dedo para atrás. Puedes ver cómo aún está torcido. Así fue. Chorreaba sangre como en Monty Python. Presioné la axila como haciendo un torniquete y me hice el muerto.’

El que disparó vino y me puso el arma en la frente y se trabó. Golpeaba el costado de la pistola y trataba de gatillar para terminar su trabajo. Supongo que se asustaron y se fueron corriendo, su arma se destrabó y disparaban sobre los hombros: ‘¡pow! ¡pow! ¡pow!’. Esas balas daban cerca de mí y yo decía ‘¡A la puta! Entonces me moví y me escondí bajo un Volvo, haciéndome el muerto por unos 45 minutos.’

Apareció una chica, obviamente una adicta, como coquera y le dije ‘Hey, tienes que llamar al 911’. Me dijo ‘No puedo, yo vivo aquí. Esos tipos me van a joder.’ Le dije ‘Te doy 10 dólares’. Me dijo ’¿10 dólares?’ Cona la mano que estaba bien, le di un billete de diez manchado con sangre y después de unos 45, llegó un policía solo y no tenía más de 21 0 23 años.’

‘Estaba como ‘Es mi primera vez solo, estoy asustado. No puedo creer que esto esté pasando’. Le dije ‘Llama a una ambulancia’ y dijo ‘Oh, sí.’ Fue la primera vez que estuve feliz de ver a la policía. Y él solo se quedó conmigo hasta que la ambulancia llegó y eso fue todo.’

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