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El pasado viernes, Monterrey se vistió de luto y distorsión con el esperado concierto de Paradise Lost, que llevó su icónico sonido gótico-metalero al escenario de Café Iguana. Desde el primer acorde de «No Hope in Sight», la banda británica atrapó al público con su mezcla de crudeza y melodía, mientras Nick Holmes alternaba entre guturales profundos y voces líricas que resonaron en el alma de los asistentes. El setlist fue un viaje por sus más de tres décadas de carrera, con momentos destacados como «Embers Fire« y el clásico «The Last Time», que desataron pits y coros al unísono.
El ambiente fue una combinación perfecta de nostalgia y energía: luces tenues, humo denso y una audiencia que, entre cervezas y playeras negras, coreó cada letra como un ritual. Los regios demostraron por qué son de los públicos más apasionados, especialmente cuando la banda cerró con «Say Just Words», dejando claro que el metal oscuro sigue más vivo que nunca.
Para los que se lo perdieron, Paradise Lost dejó una promesa implícita: volverán. Y Monterrey, sin duda, los esperará con los brazos (y los cuellos) listos para otro round.
Para los que dudaban de su vigencia, el concierto fue un recordatorio: esta banda no solo inventó un género, sino que lo sigue reinventando. Y Monterrey, fiel a su fama de ciudad metalera, les respondió con una noche de caos, sudor y reverencia. ¿La próxima parada? Probablemente un nuevo disco… y ojalá un pronto regreso a México.
¿Cuál era tu Paradise Lost favorito del night? ¿’Gothic’ o ‘Draconian Times’? Déjanos tus memes y fotos del concierto 🔥 #PLostMTY
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