Todos los que conocieron al bajista original de Slipknot, Paul Gray, dicen lo mismo, que el tipo era súper bueno, increíblemente amistoso y que nunca tuvo ese tufo a rock star. Totalmente cortés, brutalmente honesto y muy orgulloso de la música que escribió y tocó con la banda que amaba y de la que amaba hablar. Aún para describir cosas archiconocidas como de dónde salió el nombre, Gray hablaba con el entusiasmo de alguien que cuenta una historia por primera vez
Gray era como una bola de energía brillante que rebotaba por el salón, afectando a todo a quien tocaba. Pero definitivamente tenía su lado oscuro y no importa cuánto trataba, no fue capaz de dejar su hábito a las drogas por largo tiempo. Hablando con un periodista en el backstage después del lanzamiento de ‘All Hope Is Gone’, el último disco con el que salió de gira antes de su trágica muerte el 24 de Mayo de 2010, el bajista admitió que su adicción a la heroína fue un espiral tan descontrolado en 2003, mientras la banda grababa el ‘Vol. 3: The Subliminal Verses’, que la banda tuvo que intervenir.
‘Me pasaba la mitad del tiempo en el baño dándome,’ dijo. ‘Trataba de tocar y me caí de la silla un par de veces y me dormía en medio de la grabación de la canción. Una vez que llegas a cierto punto con las drogas es jodidamente difícil salir. No es que no quieras dejarlas. Es que simplemente no puedes. A mitad de la grabación, terminé yendo a rehabilitación.’
Cuando Slipknot editó ‘All Hope Is Gone’ el 20 de Agosto de 2008, parecía que había otros miembros de la banda que fueron más lejos que Gray. Por dos años la banda giró con ese álbum y, mientras el caos reinaba, Gray parecía manejarse en el remolino, rockeando con su ropa de cerdo demoníaco y saliendo y compartiendo risas con el percusionista y co fundador, Shawn Crahan, el guitarrista Jim Root y el vocalista Corey Taylor después de los shows. Parecía que Gray, con la ayuda de su esposa y compañeros de banda, había tomado el control de sus demonios personales y estaba viviendo una vida limpia.
Un empleado del hotel dijo que había una aguja hipodérmica cerca de la cama de Gray y pastillas desparramadas por todo el cuarto. Las pruebas forenses revelaron después que Gray murió de sobredosis accidental de morfina y del analgésico fentanilo, también tenía una cantidad importante del ansiolítico Xanax en su sistema y mostraba signos de ‘una enfermedad cardíaca significativa.’
Mientras que la esposa de Gray, Brena, embarazada de su hijo en ese momento, presentó un frente unido con el resto de Slipknot, después cambió su actitud durante los años siguientes, tomando acciones legales contra el médico de Gray (quien eventualmente fue absuelto en siete cargos homicidio culposo) y disparó contra los miembros de los Slipknot.
La esposa de Gray testificó que Gray tuvo una recaída en 2008 y que las últimas semanas de su vida fueron una nube de adicción. El 22 de mayo de 2010, Gray dejó su casa y fue al hotel después de que su familia tratara de intervenir.
Brenna Gray le dijo a los medios que ella no llamó a la policía porque tenía miedo de que pudiesen encontrar drogas ocultas en la casa de la pareja y le sacaran su hijo aún no nacido. Después de dos días de no poder contactar a Gray, sus parientes pidieron al personal del hotel que revisaran su habitación para ver si estaba bien. Cuando descubrieron el cadáver del bajista, inmediatamente llamaron a la policía.
Gray fue enterrado el 28 de Mayo en un funeral privado en el Highland Memory Gardens Cemetery en Iowa. En 2011 Slipknot dio una serie de shows en Europa. El antiguo guitarrista, Donni Steele, tocó el bajo en los shows de la banda como cabeza de cartel del Mayhem Fest. Siguió con Slipknot hasta 2014, cuando fue reemplazado por el bajista Alessandro Venturella.
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