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El viernes 25 de marzo los fans de la música, especialmente los del Rock, fueron golpeados por la noticia de la repentina muerte de Taylor Hawkins, el carismático baterista de Foo Fighters. Rápidamente pudimos leer el comunicado de la banda y posteriormente una enorme cantidad de mensajes de músicos de todo el mundo.
El cadáver de Taylor fue hallado en circunstancias poco claras en un hotel al norte de Bogotá, Colombia, donde Foo Figthers se hospedaba antes del show programado en el Festival Estéreo Picnic.
En forma inmediatamente posterior al hallazgo del cuerpo de Taylor, empezaron a surgir distintas hipótesis sobre las causas de su muerte, pero las primeras noticias oficiales, surgidas de las investigaciones realizadas por la Fiscalía y Medicina Legal confirman que el baterista murió por sobredosis asociada con el consumo y mezcla de sustancias psicoactivas.
En el comunicado oficial se afirma que en el cuerpo de Hawkins había una mezcla de al menos diez estupefacientes, incluyendo heroína y marihuana, como también antidepresivos tricíclicos, benzodiacepinas y opioides.
La Revista Semana informó que ‘médicos forenses quedaron impactados por el tamaño del corazón del baterista’, órgano que colapsó como efecto de la mezcla de sustancias encontradas en la circulación de Taylor.
Seis días antes, Hawkins y Foo Fighters habían dado un gran show en el Lollapalooza Argentina, incluyendo una versión de ‘Somebody To Love‘ de Queen, que se puede ver al final de la nota.
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