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La mayoría de las bandas no empiezan con intenciones grandiosas. Cuando un grupo de músicos se encuentra y comienza a escribir canciones, la fuerza impulsora detrás de esa camaradería creativa a menudo se centra en crear un arte convincente y divertirse en el proceso.

Por humilde que sea, la magia curativa de la música se extiende mucho más allá del alcance de la imaginación. Incluso si el objetivo no es salvar el mundo, ocasionalmente la persona adecuada quedará expuesta a la banda adecuada en el momento adecuado y la Tierra misma puede salirse de su eje.

Cuando Faith No More subió al escenario de los VMA en 1990, lo último en lo que cualquiera de ellos podría haber estado pensando fue en un adolescente de Iowa que sufría abstinencia de drogas en el sofá de su abuela llamado Corey Taylor. Sin saberlo, los Faith habían sembrado la semilla que cambiaria el mundo para siempre, unos años después.

En declaraciones a Livewire como parte de su serie Epic Rock Tales en 2016, el líder de Slipknot explicó: ‘Empecé a fumar marihuana cuando tenía 12 años. Empecé a fumar cigarrillos cuando tenía 10 años. Empecé a consumir coca y speed alrededor de los 13, y cuando tenía 15 años, ya había experimentado dos veces sobredosis: me desperté en un contenedor de basura’.

‘Tenía 18 años cuando iba a cumplir 19 y sí… me tragué un montón de pastillas; y la madre de mi exnovia vino a verme, me encontró y me llevó al hospital. Me alimentaron con ipecacuana y durante unos cinco años no pude comer panqueques porque la ipecacuana sabe a jarabe de arce’.

‘Estaba en un hospital. Mi abuela vino a buscarme y luego me trajo a casa. Obviamente estaba muy decepcionada’.

‘Me acosté en el sofá por un rato y los VMA estaban en marcha. Fue el año en que Faith No More tocó por primera vez y tocaron Epic, y fue increíble! Eran tan buenos, tan poderosos y tan diferentes a todo lo que había visto en mi vida, que realmente me sacaron de mis casillas’.

‘Fue entonces cuando comencé a escribir de nuevo; empecé a hacer música de nuevo. Entonces, si no fuera por Faith No More, no estaría aquí’.

Quien lo diría eh. La música es de verdad una fuerza poderosa, capas de levantar a un ser humano de sus peores momentos e influenciarlo para que saque lo mejor de si. ¡Gracias Faith no More por esa chispa que convirtió a Corey en ese increíble frontman que es ahora! De verdad en hora buena y punto para el Rock.

Sigan a Corey Taylor en sus redes y cuéntanos lo que piensas de esta increíble historia.

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