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A lo largo de sus más de cuatro décadas de carrera, Iron Maiden se han convertido en una banda de verdaderos referentes para todos sus fans y personas cercanas al rock y al metal. Sin embargo, pese a tener un aíre fantástico rodeando a la banda, sus componentes son seres humanos.
En 2014 esto se hizo más patente que nunca cuando el frontman del conjunto, Bruce Dickinson, fue diagnosticado de cáncer de garganta. Lo cierto es que fue un año complicado, aunque el músico acabó consiguiendo librarse de la maldita enfermedad en 2015 tras someterse a un intenso tratamiento. Sus compañeros de banda, aún con todo, lo pasaron realmente mal durante esta etapa. Por supuesto, también acabaron admirando aún más al vocalista.
“Creo que afectó a todo el mundo, en realidad”, decía el bajista y líder Steve Harris (vía Louder Sound). “Hay una sensación general de que acercó más a la banda. Creo que tanto Bruce como yo estamos más unidos y él diría lo mismo”.
Durante la gira que marcó el regreso de Dickinson, promocionando ‘The Book of Souls’, Nicko pudo apreciar, más que nunca, el trabajo de su compañero y amigo, que volvía a tomar el escenario tras superar su enfermedad. Para McBrain, aquel momento fue algo que recordará siempre.
“La primera noche, cuando nos subimos al escenario, estaba justo debajo de él. Tenía la grabación de la intro sonando y él, simplemente, cantó. Le escuché al natural, porque no podía escuchar la PA, y, tío, me dio un escalofrío. Había algo. No puedo ni siquiera explicar lo que sentí. Estoy muy orgulloso de él por luchar contra esa terrible y odiosa enfermedad y volver para contarlo, además de aprender a pilotar, después, el Ed Force One… él es mi hombre milagro, de verdad que lo es”.
Han pasado los años e Iron Maiden siguen en plena forma. La gira “Legacy of the Beast” sigue adelante y, después, vendrá la de ‘Senjutsu’. ¡No cabe duda de que a nuestros héroes les queda mucha mecha por delante!
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