[Especial]: 29 años de 'Fear Of The Dark' de [Iron Maiden]

El ‘No Prayer for The Dying’, álbum del año 1990 de Iron Maiden, no tuvo una buena recepción en general. Ni crítica, ni público le dieron su apoyo. El siguiente debería ser un disco capaz de remontar la alicaída imagen de La Doncella. Con eso en mente, encararon la producción de lo que sería su noveno álbum de estudio: ‘Fear Of The Dark’.

Como adelanto, se lanzó el single ‘Be Quick Or Be Dead’, el 13 de abril de 1992, llegando también al número 1. El disco, con 12 temas y 3 singles, salía a la venta el 11 de Mayo de 1992, llegando al número 1 del ranking británico. Le siguieron posteriormente dos singles más: ‘From Here To Eternity’ (el 29 de Junio) y ‘Wasting Love’ (salido en septiembre del mismo año).

‘Be Quick Or Be Dead’ (Dickinson, Gers) es la furiosa apertura, lanzando todo al ruedo en la primera movida. Un Dickinson al palo, acompañado por toda la banda en el mismo tren, sorprendentemente veloz. Realmente, un gran inicio para un disco de Iron Maiden. Se cree que la temática hace referencia a Robert Maxwell, magnate de la prensa, ya que además la portada del single muestra a Eddie estrangulando a alguien con parecido a Maxwell, quien se quedó con fondos públicos para evitar la caída de su imperio comercial. Fue halado muerto en el mar, sin conocerse la causa de su muerte.

‘From Here To Eternity’ (Harris), el segundo single del disco, trae de regreso a Charlotte The Harlot en la parte de atrás de una moto, aunque musicalmente no tiene mucha relación. Trata sobre el romance de una mujer con un motociclista…no ofrece demasiado. Como single, fue un éxito, una canción ganchera. Lo mejor: los solos de guitarra.

‘Afraid To Shoot Strangers’ (Harris) nos trae un cambio de clima, con una introducción oscura. Luego se hace más rápida, guardando similitudes con la canción que da título al disco. En el concierto Live At Donington, Dickinson dijo sobre esta canción: ‘Esta canción fue escrita sobre la gente que peleó en la guerra del Golfo. Es una canción sobre cuán llena de mierda es la guerra, y cuan llena de mierda esta que la comienzan los políticos y la tienen que terminar la gente ordinaria que no desea en realidad matar a nadie’. Grandiosas melodías de guitarra las de este tema que acompañan los cambios ‘a lo Maiden’.

‘Fear Is The Key’ (Dickinson, Gers) es oscuro, con aires cuasi orientales, con un pasaje que podríamos describir como ‘psicodélico’. Una canción extraña para Maiden. Habla sobre el HIV, mientras la banda componía canciones para este disco, fallecía Freddy Mercury, motivo que los llevó a incluir esta temática en la lista de tópicos a ser abordados. La epidemia de HIV/SIDA marcó un cambio en la concepción del sexo, pasando de símbolo de libertad al miedo de contagiarse.

‘Childhood’s End’ (Harris), una hermosa melodía, una canción potente y temáticamente muy fuerte. La difícil situación de la niñez en algunos lugares del mundo: hambre, catástrofes ‘naturales’ que tal vez sean causadas por el hombre, guerras. Dickinson relata la historia de alguien que a donde sea que vaya ve lo mismo. Una gran canción, sin dudas.

‘Wasting Love’ (Dickinson, Gers) debe ser una de las mejores baladas del género. A pesar de eso, no es lo que se llama una canción de amor, ya que habla de la soledad que trae el sexo fuera de una relación amorosa. Recuerda, su letra, a ‘Wasted Years’, de alguna manera. Hermosa canción que se convirtió en un clásico de la banda.

‘The Fugitive’ (Harris) se basa en la serie de televisión que más tarde llego al cine: un cirujano es acusado del asesinato de su esposa y es perseguido por un Marshall. El inocente cirujano debe encontrar al verdadero asesino, un hombre de un solo brazo, antes de ser atrapado. Un tema con un buen riff y mucho gancho.

‘Chains Of Misery’ (Dickinson, Murray) trata, según Dickinson, del demonio que se sienta sobre nuestros hombros y nos dice qué hacer, la voz del diablo que nos susurra y puede hacernos arruinar lo que hayamos logrado. Probablemente, de lo más flojo del disco, con un coro más bien aburrido.

‘The Apparition’ (Harris, Gers) levanta un poco la puntería, pero no mucho. No tiene coro y, a poco de un comienzo prometedor, se torna predecible. Cuenta la aparición de un fantasma que parece estar aún en las inmediaciones del mundo de los mortales y cuenta a un familiar sus reflexiones. Mejorando, pero no tanto.

‘Judas Be Mi Guide’ (Dickinson, Murray), una canción más breve pero que levanta bastante el ambiente con un coro ganchero y pegadizo y muy buenos solos de guitarra.

‘Weekend Warrior’ (Harris, Gers) trata de los hinchas de futbol que causan problemas en los partidos a los que asisten. Sólo son ‘malos’ en el estadio y los lunes vuelven a sus humildes puestos de trabajo, esperando el próximo partido, en el que podrán nuevamente desplegar toda su violencia. No está mal, pero a ‘Chains Of Misery’ y ‘The Apparition’ hacen fuerza para sacar a ‘Fear Of The Dark’ de la lista de grandes discos de Iron Maiden.

‘Fear Of The Dark’ (Harris) es el cierre más grandilocuente que podría haber tenido este disco. Un tema que parece haber sido pensado para el vivo, convertido en un clásico de los conciertos de La Doncella, en los que logran una interacción única con sus fans en los tramos instrumentales. Oscura, épica, emotiva, comparable a joyas como ‘Hallowed Be Thy Name’. Una obra maestra que habla de los miedos de la infancia de Harris: ‘Dicen que todo el mundo tiene un secreto, un temor a algo, sólo que no siempre saben lo que es… hasta que es demasiado tarde.’

‘Fear Of The Dark’ es el segundo álbum más vendido de Iron Maiden, aunque suele no ser incluido entre los mejores. Tal vez el problema con este disco radique en su longitud: con dos o tres temas menos se habría logrado mantener un clima de mayor calidad y sin dudas hubiese estado entre las grandes obras de la banda, ya que cuenta con temas de altísimo nivel y algunos realmente soberbios que se han convertidos en clásicos de La Doncella.

‘Fear Of The Dark’ fue el último con la producción de Martin Birch, también el último antes de la salida de Bruce Dickinson y el primero sin la participación del creador de Eddie The Head. El arte de tapa fue realizado por Melvyn Grant, de allí la diferencia con respecto a los anteriores álbumes en cuanto a la portada. En varios aspectos, este disco marcó el fin de una era para La Doncella.