Que el estilo de vida de algunas de las estrellas del Rock y el Metal suele llevar a situaciones extremas, no es ningún secreto. Muchas de ellas han terminado muertas como consecuencia. Pero hay un grupo de esas estrellas que han experimentado la muerte, pero han regresado para contarlo. Estos son cuatro ejemplos.
Phil Anselmo: el 13 de julio de 1996, en los camarines del Starplex Arena en Dallas, Texas, Anselmo fue declarado clínicamente muerto por un lapso de casi cinco minutos, por un paro cardiorespiratorio ocasionado por una sobredosis de drogas. Afortunadamente, los paramédicos lograron reanimarlo, salvando así la vida de la voz de Pantera.
Según Vinnie Paul, el hoy fallecido baterista de Pantera, fue un algo muy problemático para el grupo, un desafío para seguir adelante como banda, incluso como amigos. Anselmo días más tarde recapacita y en lugar de acusar a la prensa se disculpa por su actitud, pidiendo perdón a sus compañeros, familiares y amigos.
Pasaron unos pocos días y cuando estuvo recuperado, Phil emitió un comunicado: ‘Yo, Philip H. Anselmo, me inyecté una dosis letal de heroína en mi brazo y fallecí durante cuatro o cinco minutos.’
‘Me lo tomo como una señal de que no puedo ser irresponsable nunca más. No puedo regresar a esa etapa infantil en la que la gente tiene que cuidar de mí. Tengo mucho trabajo que hacer como para desperdiciar todo el tiempo.’
Ozzy Osbourne: ha tenido varios y serios problemas de salud, pero nos centramos en el accidente en cuatriciclo que tuvo en el año 2003. Volcó y el cuatriciclo lo aplastó, rompiéndole una vértebra, una clavícula y ocho costillas. Los pulmones se le llenaron de líquido y dejó de respirar dos veces y estuvo sin pulso durante más de un minuto. Fue su guardaespaldas quien salvó su vida, realizando maniobras de reanimación.
Ozzy comentó: ‘Me dijeron los médicos que estuve muerto por algún tiempo.’ En su autobiografía también habló sobre el hecho: ‘Tengo un vago recuerdo de mi guardaespaldas montándome en su moto y llevándome a través de los campos. Luego recuerdo estar en una ambulancia y un montón de médicos examinándome. Además, al romperse, la clavícula había seccionado la arteria principal del brazo, de modo que no circulaba la sangre y por un tiempo pensaron que tendrían que amputármelo. Después me sumieron en un coma inducido químicamente para soportar el dolor.’
Al Jourgensen: el líder de Ministry es miembro del reducido grupo de personas que ha muerto más de una vez. Su estilo de vida, lleno de excesos, lo ha llevado a cruzar el límite en más de una ocasión. En 2008 había dejado de hacer giras, para volver en 2011. En ese año había comentado: ‘Dejé de vomitar sangre. Por eso acabé con Ministry, porque vomitaba un montón de sangre […] Estuve vomitando sangre durante ocho años, pensaba que eso tenía que ver con estar en una banda de Rock …’
Haciendo gala de su humor negro, había bautizado a esa gira como ‘DefibrillaTour’, comentando que ‘fue la segunda vez que me aplicaron desfibrilación, estuve clínicamente muerto’. Ya había sufrido anteriormente dos sobredosis. Lo siguiente fue anunciar su álbum de regreso, ‘Relapse’ (‘Recaída’ en castellano; aparte del significado simbólico referido a la vuelta de Ministry, Jourgensen aseguraba que volvió a beber y a fumar durante la grabación…
En sus memorias asegura que su muerte ha sido certificada oficialmente tres veces: ‘He estado muerto tres veces. Una de ellas reconozco que me cambió desde un punto espiritual en el que sabes que hay vida después de la muerte. En las otras dos, creo que sencillamente estaba demasiado jodido como para saber que estaba muerto,’ comenta Al, con su particular sentido del humor.
En 2013, hablando para Loudwire, recalcó: ‘Tres, eso lo sé seguro,’ agregando que Jon Wiedehorn, coautor de sus memorias, ‘incluso rastreó los hospitales y encontró informes de su muerte en salas de emergencias.’
Slash: esta historia se remonta a septiembre de 1992, en una fiesta con una pareja amiga, después de un concierto en el Oakland Stadium. El mismo Slash contó en su autobiografía cómo resultó esa noche de desenfreno con speedball (mezcla de heroína y cocaína): ‘le dimos con ganas hasta quedar colocadísimos. Me levanto, me tiemblan las rodillas, la cabeza me da vueltas… Salgo de la habitación, arrastro los pies por la alfombra, dándome cuenta de que estoy mareado y no puedo hablar. Abro la puerta, no controlo nada.’
Continúa: ‘Veo a una señora de la limpieza y pregunto por el ascensor, pero escucho mi voz muy lejana. Caí al suelo del pasillo como un muñeco. Perdí el conocimiento y mi corazón se detuvo durante ocho minutos… Me desperté cuando los desfibriladores me golpearon el pecho y recargaron mi corazón para que pudiera latir. Recuerdo la luz intensa en mis ojos y un círculo de gente a mi alrededor».
En una entrevista, dijo: ‘Lo recuerdo todo de ese momento. Poco después me desperté con los paramédicos y estaba todavía en el hotel. Hasta ese punto, recuerdo que me desmayé… cuando te sucede algo así y te despiertas de la muerte es como una gran descarga de energía y luces, de voces, un sentimiento inconfundible.’
El comentario de Axl Rose en una reunión de la banda para hablar de la situación muestra cuál era el clima imperante en GNR: ‘Nos diste un buen susto, pensábamos que habías muerto. Creí que tendría que buscarme un nuevo guitarrista.’
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