Los alemanes volvieron a nuestro país, en el marco del lanzamiento oficial del sello Nuclear Blast Records.

Un martes diferente es el que se vivó ayer en el Caupolicán. Y es que a pesar del estallido social, todas las condiciones se dieron de forma óptima para lo que se venía: Accept volvía una vez más a nuestro país, ahora como plato principal del lanzamiento oficial del reconocido sello discográfico Nuclear Blast Records, el mismo que alberga a los alemanes y a un sinfín de emblemáticos del mundo del metal.

Eran un poco más de las 19:00 horas y las puertas del Teatro Caupolicán yacían abiertas para recibir al acalorado público que, a las 20:00 horas en punto, pudo disfrutar de quienes abrieron el telón: Parasyche. Si bien en ese momento la cantidad de gente era escasa, los chilenos entregaron todo de sí en un espectáculo potente y lleno de energía que incluyó en su mayoría, canciones del álbum Insanity Origins (2017), único trabajo discográfico de la banda.

Con ‘Cachafaz’ se dio inicio a esta velada del metal, donde los fieles fanáticos que habían llegado temprano, pudieron disfrutar de cada interpretación que siguió con ‘The Treason’ y un notorio problema en la ecualización del sonido que a momentos no dejaba distinguir las voces, por sobre los instrumentos. Un punto notable, fue el compás marcado por la batería de Nicolás España durante toda la presentación.

Cabe destacar que a medida que pasaban los minutos, el sonido fue mejorando. Así llegó el turno de ‘Te Importa una Mierda’ –The More who Die-, donde destacó la mezcla de voces entre Nicolás Borie y el bajista Cristián Suárez, quien además mientras interpretaba este track, hizo el gesto de taparse un ojo, a modo de conmemorar el lamentable episodio que se ha repetido tantas veces a lo largo de nuestro país.

‘The Wolf Inside’ fue la encargada de mantener el ambiente con un gran solo por parte de Matías Becerra y en ese mismo instante, Borie aprovecha de presentar al resto de la banda entre aplausos para culminar una buena presentación con ‘Vesania’, sin duda una de las más conocidas de los nacionales que deslumbraron con una presentación que duró alrededor de media hora y que finalizó entre aplausos y una fotografía de ellos en el escenario con el público de fondo.

Luego de un break de media hora y de forma puntual, se apagan las luces y Accept hace su ingreso al escenario entre la emoción de un eufórico público. ‘Die By The Sword’ marcó el inicio de un largo setlist que se venía por delante, el que continuó con ‘Stalingrad’ y un Caupolicán que no paró de saltar y corear al unísono.

‘Restless and Wild’ nos llevó a 1982, año en el que se lanzó el álbum con el mismo nombre y los más fanáticos siempre agradecen el volver al pasado. El cuarto tema fue ‘London Leatherboys’ y la calidad del sonido plasmado por Accept era increíble, donde las guitarras de Wolf Hoffmann, Uwe Lulis y Philip Shouse marcaron el punto más alto. Así retrocedimos al primer disco de los alemanes: ‘Breaker’, con la interpretación de este mismo tema y un público que disfrutó de cada momento.

“Estamos muy felices de estar en esta hermosa ciudad”, dijo Mark Tornillo entre la ovación de quienes habían llegado hasta el Teatro Caupolicán. Así dio paso a ‘Life’s a Bitch’ junto al compás de las palmas y el increíble crossover de las guitarras junto a la voz.

Se mantuvo la fiesta con ‘No Regrets’ y ‘Analog Man’, ambas pertenecientes al disco The Rise of Chaos (2017). Los asistentes de esta velada cantaron a coro hasta los solos, con una energía que se desbordaba con el pasar de los temas. Así Tornillo presenta ‘Final Journey’, con una notable cercanía de la banda con sus fanáticos donde a ratos, se tomaba la bandera chilena en gesto de agradecimiento para con el público.

Entre la emoción aparece ‘Shadow Soldiers’ frente un Caupolicán que a pesar del calor, no dejó de saltar y formar parte del mosh pit. Posterior a éste y prácticamente sin pausas, llegó una de las clasiconas: ‘Princess of the Dawn’ y el recinto casi se vino abajo con el headbang.

‘Midnight Mover’ hizo continuar con esta fiesta de heavy metal donde todos éramos partícipes. Así, entre las altas temperaturas, aparece ‘Up to the Limit’ para ser gozada de principio a fin.

Otra de las que no podía faltar en este extenso setlist fue ‘Pandemic’, con los miles de fans cantando al unísono. El sonido del bajo de Martin Motnik se hacía notar entre el trío de guitarras, mientras éste se encontraba en una tímida esquina del escenario. Así llegó el turno de otra de las regalonas: ‘Fast as a Shark’ y todos cantando hasta la introde este clásico del disco Restless and Wild (1982) donde claramente, el mosh pit era inminente y necesario.

Tras esa bomba de energía, los alemanes se retiraron del escenario entre los abucheos de quienes gritaban “Olé, olé, Accept, Accept”. Así luego de tan solo minutos, la banda vuelve al escenario para dar paso al encore con ‘Metal Heart’, otra de las emblemáticas donde destacó un virtuoso cierre de batería en manos de Christopher Williams.

La celebración siguió con una de las favoritas y que nunca falta en las presentaciones de Accept: ‘Teutonic Terror’, junto a un Caupolicán que alzó la voz y los puños para interpretar tal himno y donde finalmente, ‘Balls to the Wall’ dio el cierre perfecto.

El sentimiento es claro: Al venir a Chile, la agrupación alemana se siente como en casa y es por eso que ha venido de forma tan seguida a nuestro país, algo que los fans agradecen. Si bien la banda ha sufrido cambio de integrantes a lo largo de su historia, la motivación jamás ha decaído y eso nos demuestra que tenemos Accept para rato ¡Viva el heavy metal!

 

Texto: Barbara Sherman
Fotografía: CQPhotographer

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