Hoy se encuentra cumpliendo 59 años, el músico Tomas Enrique Araya Díaz, mejor conocido como «Tom Araya» bajista y vocalista de legendaria banda estadounidense de Thrash Metal, SLAYER.
Tom es casado, con 2 hijos, y su esposa Sandra la conoció en un concierto de SLAYER
Tom, consiguió un trabajo en 1980 como inhalo terapeuta, su salario lo utilizó para co-financiar la producción del primer álbum de Slayer, «Show No Mercy«. La mayoría de sus contribuciones en las letras de las canciones del grupo tratan acerca de los asesinos en serie, un tema que encuentra interesante. Su primera contribución lírica fue en el disco «Hell Awaits» (1985), en la canción «At Dawn They Sleep».
En 1981 conoció a Kerry King, quien le ofreció un puesto en su banda, Slayer, y Araya aceptó de inmediato. En 1984, Araya solicitó permiso en el hospital en el que trabajaba para poder realizar la gira por Europa que Slayer tenía preparada, a lo que el hospital se negó. Después de más de un mes sin acudir a su trabajo, el hospital lo despidió.
En 2006, Araya fue sometido a una operación en su vesícula biliar, por lo que tuvo que aplazar el comienzo de la gira «The Unholy Alliance» una semana más tarde. Además, a causa de esta operación, el vocalista chileno fue incapaz de terminar de grabar la canción «Final Six»,[6] que iba a aparecer en el álbum «Christ Illusion«.
Sin embargo, la canción apareció en la versión de lujo del disco. Por su parte, llevó por primera vez a su hijo de gira con él: «Es bueno exponerlos a esta edad tan joven. Mi primer concierto fue a los 17 años«.
En 2008 la banda fue galardonada con el premio Grammy a la «Mejor Interpretación de Metal«, por el tema «Final six«, para lo cual Tom fue quien subió a recibir el premio.
La diputada Camila Flores encabezó el acto en el Hall «El Pensador«, donde le fue entregado al músico, una medalla y una escultura de Isla de Pascua. para la ocasión, la diputada llegó con una polera (franela) alusiva a la banda. Tom Araya dio unas palabras de agradecimiento y posteriormente firmó algunos artículos de algunos fanáticos, antes de abandonar el recinto en Valparaíso.
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