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Viernes 12 de abril en el Teatro Flores, lugar emblemático de la ciudad de Buenos Aires, capital de la Argentina, a las 18.40 hs, Shamat abría la noche con un Rock potente y directo, a la vez que melódico. 

Un estilo tal vez alejado de lo que todo el público fue a ver, pero que fue recibido con respeto y atención. Recordemos que la programación originalmente incluía a Beto Vazquez Infinity, banda que no pudo presentarse por problemas de salud de uno de los integrantes. Así fue que Shamat tuvo la oportunidad de mostrar lo suyo  de manera inesperada, lo que no evitó que lo hicieran de manera correcta, cumpliendo bien con su rol de banda de apertura, durante los 40 minutos que estuvieron arriba del escenario. El sonido fue claro y prolijo durante todo su set.

Sobre la hora anunciada, Soen dió inicio a su show con dos cachetazos a la cara: ‘Sincere’ y ‘Martyrs’ fueron los ataques iniciales que encendieron al público que ya había llenado la parte inferior del teatro y demostraba su aprobación saltando y coreando desde el mismo inicio del set.

La maquinaria comandada por Martín López y su metronómica batería empezaba a mostrar lo que sería esa noche. Batería que complementa de manera ajustadísima la base con el bajo del ucraniano Oleksii ‘Zlatoyar’ Kobel. Junto a los teclados de Lars Enok Åhlund (quien también toca guitarra) dan el andamiaje justo para que se desplace la guitarra de Cody Lee Ford, a la que, tal vez, le faltó un poco de volúmen. Y, finalmente, la voz profunda, expresiva y siempre correcta Joel Ekelöf, quien demostró su capacidad a lo largo de todo el show. Un cantante realmente increíble, con una voz magnética que logra atrapar a la gente sin demasiado esfuerzo por caer bien. Algo que me parece muy destacable.

Y así siguieron ‘Savia’, una impresionante ‘Memorial’ y una potente ‘Lascivious’. Joel tuvo tiempo para hacer cantar una emocionante ‘Muchachos’ a su gente, que se prendió inmediatamente al recuerdo del Mundial de Fútbol.

La gente acompañó de manera especial a ‘Unbreakable’, sobre todo en su particular coro final. Siguieron ‘Ideate’, ‘Monarch’, una inesperada ‘Jinn’ y ‘Modesty’ nos acercaban al final. Y después de un set que se hizo corto, por lo contundente y lleno de temas de un nivel altísimo, llegó el final. Un cierre que solamente una banda como Soen puede darnos, porque terminar el setlist de una banda de Metal con una balada no es habitual. Y ellos cerraron con la exquisita ‘Lotus’, que fue coreada con todo el entusiasmo de la gente, sabiendo que se acababa el show.

Soen es una banda que logra llegar y emocionar a pesar de ser muy técnica y de tener siempre ‘la pelota bajo el pié’. Parecen tener todo bajo control siempre, todo suena bien, en su lugar y ajustado. Pero todo lo mencionado no hace que la banda sea fría, todo lo contrario, parecen lograr ese grado de perfección de manera muy natural. Soen te llega, te emociona, te sacude sin que eso implique ningún tipo de desprolijidad. 

Y llegaron los bises demoledores, incluyendo a Martín con la camiseta argentina: ‘Antagonist’, con una recepción increíble, ‘Lunacy’ y  el cierre definitivo con ‘Violence’. Zlatoyar salió al saludo final con la bandera ucraniana.

Creo que con el solo repaso del setlist queda claro que Soen está en un momento altísimo, tal vez entre las mejores bandas de Metal de la actualidad. Canciones contundentes, músicos increíbles y un gran manejo de los climas, mediante la excelente elección del órden de los temas, le dan forma a un show excelente, que hace olvidar la austera escenografía, solo compuesta por luces correctas y humo, sin olvidar el sonido perfecto.

Pasó Soen por Buenos Aires, dejando el recuerdo de toda su clase, distinción y pasión.

Producción: NWM Productions

Prensa: Gaby Sisti

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