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Luego de su debut en Santiago el día anterior, asistimos a la segunda jornada de esta soñada visita de Soen por partida triple.

Arrancaron al igual que el día anterior los nacionales Lapsus Dei y Habitantes, en ese orden, a la inversa del día anterior que abrió Habitantes.

Lapsus Dei cumplió con un sonido pulcro recordando a los inicios de Anathema, destacar el cariño del público para con ellos.

Habitantes merece un punto aparte por el derroche de calidad en escena, a ratos con matices Moonspell, pero con menor dramatismo, mucha más crudeza en su sonido, elegantes dúos de guitarra al más puro estilo Gotemburgo de mediados de los noventas. A pesar que el sonido no acompañaba al 100%, mal que sufren todos los teloneros, Habitantes puso en escena un show de nivel mundial, sólidos para pararse en cualquier festival del orbe.

Cerca de las 21:30 hrs. fuera luces y comienza la liturgia con los suecos de Soen, el Espacio La Cúpula estaba lleno desde temprano, nos olvidamos de distanciamiento social y aforos, el público se agolpaba a la reja, todos de pie, pasillos y escaleras repletos de una multitud eufórica, en su momento Joel pregunta si esto es un concierto de Soen o un partido de fútbol de Colo Colo, reacciones variadas. Abrieron los fuegos con ‘Monarch’, tema que cumple todos los requisitos para convertirse en un nuevo clásico de la banda. En un momento dudo y digo, hay playback?, rotundo su sonido en vivo.

Mientras esperábamos ‘Rival’ acorde al set list disponible en la web, aparece en escena ‘Deceiver’, otro single del nuevo álbum Imperial, un tema perfecto por donde se lo mire. ‘Jinn’ era esperado, pero siempre está la duda si la van a tocar o no, la tocaron y maravilló a la audiencia con sus detalles en el solo de bajo y sus percusiones, un tema con esa épica de himno. ‘Lunacy’ marca el primer gran hito de la noche, se erizan los pelos y se revuelven las emociones de aquellos que pensábamos ‘podremos escuchar este tema alguna vez en vivo?’, si pudimos escucharlo, gracias Soen por favor concedido. Seguido a esto nos golpean con ‘Martyrs’, otro que a esta altura es clásico de la banda, sonido demoledor, ejecución perfecta.

‘Savia’ luego baja un poco las revoluciones y nos trae una melódica calma, pero manteniendo el nivel siempre al máximo, para dar paso a ‘Lumerian’ tiene ese arranque a lo Opeth antiguo, un deleite al oído, luego se despega, te recorre una energía potente por las venas, hay que decir que el nuevo álbum está plagado de temazos, uno mejor que otro, como nos dice la letra ‘Nothing Is Impossible’ para Soen, lejos de decaer en la curva, acá nos llevan a una profunda intimidad en los solos.

‘Covenant’ era otra de las esperadas de la noche, riff potentes, ‘the sinner will die’, la máquina de Soen es abismante en su andar, cada canción debería enmarcarse y exhibirse al mundo, debería enseñarse en los colegios: ‘Así se hace música’. ‘Modesty’ al parecer quiere hacer honor a su nombre al principio, pero no, a medida que avanza crece en sí misma en elegancia y sonoridad, declarando principios claros respecto de lo que es el sonido de la banda: un generador de éxitos.

‘Rriver’, un instante de comunión, perdidos en lo profundo de su lírica, un solo que tiene atomizado el sonido de mil guitarras, en el disco pasa muy desapercibido, pero en vivo?, la Gloria¡¡¡ una estrella fugaz en una noche muy estrellada, méritos para el sonidista, no hay que parar de decirlo. ‘Antagonist’ irrumpe con personalidad propia, es otra que viene a instalarse junto a ‘Lotus’ o ‘Martyrs’ en la posteridad como un clásico instantáneo, con ese Oooh Oh oh .. Oh Oh Oh Oh Ooooh de estadio que hace que el público simplemente la ame.

‘Illusion’ es precisamente eso, una ilusión, la dama de la noche, vestida de gala, la canción es simplemente hermosa. En este punto la banda nos dice que es el último tema de la noche, pero con la actitud de guiño guiño volvemos al minuto.

El plato de cierre preparado para el encore ya sabíamos que venía potente, había que prepararse mental y emocionalmente para lo que se nos aproximaba, ‘Lascivious’, que palabras usar para describir la potencia de sus riffs, ‘Lascivious’ podría resumir en un solo tema todo lo que es la banda, si alguien te pregunta ‘qué es SOEN?’ puedes perfectamente mostrarle esta canción y ahí está todo, como un trailer de la banda, todas las inflexiones, la sutilezas, las armonías, la potencia, la emoción críptica de las voces, están ahí.

‘Sectarian’ causó ese efecto de ‘Oooh’, se escuchó el comentario entre el público ‘acá queda la cagá‘, dicho y hecho, fervor automático, fórmula perfecta.

Finalmente esperando para el cierre: ‘Lotus’, que emoción hasta las lágrimas ‘Gather around …’  porque Soen ‘have all the things that we admire’, se aprieta el pecho ante la catártica y perfecta voz de Joel, cuesta cantar de la emoción, sólo de guitarra desgarrador, tocado con el alma, algo de Cody quedó en ese escenario plasmado a fuego, el pequeño gigante de las 6 cuerdas, quizás que lo hayan llamado Jesús no sea tan alocado, un mesías con manos benditas para curar el alma con sonidos.

Si bien ‘Lotus’ habría sido un final perfecto y cuando uno piensa que no se te puede remecer más el alma, Soen saca un último as bajo la manga y nos regala ‘Lucidity’, cuando nos dejaron desangrando con las venas abiertas después de desgarrarnos con ‘Lotus’, simplemente nos vinieron a curar el alma con ‘Lucidity’, sin duda un pasaje inolvidable en la historia de todos los que asistieron anoche.

Me paré al final al costado del escenario y miré al público, más de una generación presente, caras de alegría y gozo, de emoción y de gratitud, sin duda este ha sido EL concierto en lo que va del año, no hubo puntos bajos, el sonido, y por  Dios que se agradece, fue impecable, nos llenó de matices, nos dejó distinguir cada nota, si Ud. estuvo ahí anoche lo sabe, si no estuvo, sépalo, el de ayer fue el concierto perfecto..

Texto: Marcelo Hermosilla

Fotografías: CQPhotographer

 

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