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Y aquí estamos una vez más, después de unas cuantas décadas de Metal, seguimos en las mismas peleas y discusiones, que parecen no tener final. Que si yo soy mas duro, que si yo soy más metal, que si yo soy más pesado, que si yo soy más true, que esos se vendieron, que ya no son rock…
Los rockeros estamos en todo lado y en todos los ámbitos. Metallica a principios de los 80, fue la banda más icónica del underground, sin duda alguna. Hoy, si bien han cambiado de estilo, varias veces, siguen dando de que hablar, a pesar del hate que todos los días le echan a ésta banda…
Lo cierto es que Metallica tomó al mundo por asalto con su demo ‘No Life ’til Leather’, allá en julio de 1982, donde podíamos escuchar versiones tempranas de canciones como Metal Militia, Phantom Lord y Seek and Destroy. Con esta producción, el mundo del intercambio de casetes se volvió loco y para cuando sacan su primer disco LP, ‘Kill ’em All’ en 1983, Metallica tenía ya bien ganada su reputación en el underground como una súper banda de un flamante tipo de música que se denominó ‘trash metal’.
Según algunos estudiosos de la música, como el historiador Bob Gulla y el escritor Steve Huey, Metallica inventó el Trash Metal, con su primer disco. Según otras personas, ellos solo popularizaron el género. Lo cierto es que la censura fue el problema en aquellas épocas, ya que no pudieron sacar esta producción con el título original ‘Metal Up your Ass’, por considerarse de mal gusto. En una ataque de ira por la censura a su obra, el fallecido Cliff Burton, bajista de la banda en aquella época, disparo un seco y crudo ‘deberíamos matarlos a todos’ (Kill ’em Áll). Todos estuvieron de acuerdo en que ese debería ser el nombre del disco.
Los fans del underground de ese entonces, amaban a Metallica por legiones…
Con el segundo disco, ‘Ride The Lighning’, Metallica se consolidaba como una poderosa fuerza metal a nivel mundial, debido a la calidad de este trabajo. Sin embargo los primeros haters asomaron ya, al escuchar una canción en particular de esta producción, la genial balada metal ‘Fade to Black’. Los ‘true metal’ o también conocidos como ‘puristas del metal’, sentenciaron a muerte a la banda, alegando que una balada en un disco trash de ninguna manera podía ser. De todas formas el fan base de Metallica seguía fuerte a pesar de estas críticas.
Para finales de 1986, la simpatía por Metallica a nivel mundial creció mucho, al perder trágicamente a su virtuoso bajista Cliff Burton, en un accidente de transito en Suecia, el 27 de septiembre, durante una gira europea en la que la banda se encontraba. Los tres restantes miembros de la banda, James Hetfield, Lars Ulrich y Kirk Hammett, se levantaron del dolor de la perdida y no dejaron morir a la banda. A poco menos de un mes de la muerte de Cliff, Jason Newsted, de la banda Flotsam and Jetsam, audicionaba para entrar a Metallica y una semana después, estaba oficialmente en la banda… o algo así…
Sin querer deshonrar la memoria de Cliff, el estaba prácticamente fuera de Metallica a finales de 1986. Cliff odiaba a Lars Ulrich por la manera dictatorial con la que dirigía a Metallica. Burton tampoco supo del despido de Mustaine años antes, hasta cuando ya fue un hecho. El casi renunció a Metallica por ello. Cliff Burton y Dave Mustaine eran muy buenos amigos y continuaron siéndolo hasta el día de su muerte. Se hablaba de que Cliff se iba a unir a Megadeth en algún punto de la historia. De todas formas la suerte estaba echada ya, Lars iba a despedir a Burton a finales de 1986 debido a sus diferencias.
Como ya podemos ver, las cosas no eran todo color de rosas para ‘The Four Horsemen’ en los ochentas, e inicialmente fueron Burton, Hammett y Hetfield los que planeaban despedir a Lars, por no considerarlo lo suficientemente bueno. ¿No les suena a algo familiar el día de hoy sobre Lars? Hetfield se dio cuenta de algo, Lars Ulrich tenía todos los derechos de regalías sobre Metallica, por lo que desistió de esta idea. Kirk Hammett se hizo a James Hetfield. Lo cierto es que para finales de la trágica gira europea de 1986, Metallica estaba a punto de perder a uno de sus miembros. Todos sabemos que pasó luego.
La alegría duraría poco cuando en 1988 Metallica sacó otro icónico disco, que también es considerado por algunos como su obra maestra, ‘…And Justice for All’. El disco para sorpresa y decepción de muchos, no tenía bajo… si, leyeron bien, no se podía apreciar ni escuchar el bajo en esta nueva producción de Metallica. El bueno de Jason Newsted no tenía ni voz ni voto en la banda, por lo que no pudo hacer nada. Lars en persona, le pidió al ingeniero de sonido Steve Thompson que estuvo en cargado de la mezcla, que bajara el volumen del bajo, hasta dejarlo imperceptible para el oído humano.
Para el siguiente trabajo de Metallica la cosa se puso más controversial aún. Cambiaron el estilo, la producción y la temática. Era un nuevo Metallica definitivamente. Después de la extensa gira de casi dos años, ‘Damaged Justice Tour’ en 1991, Metallica saca a la luz el famoso ‘Black Album’ con un sonido más apegado al Hard Rock y al Heavy Metal, despidiéndose por completo del Trash Metal al menos por un tiempo y por su puesto de muchos de sus fans que no toleraron semejante cambio.
La misión de la banda era clara, volverse más amigable con las radios y hasta comerciales. Muchos fans antiguos rompían y quemaban los discos en señal de protesta, sin embargo otros oídos que jamás habrían considerado a Metallica en sus play lists, de pronto le prestaban atención a la banda. El fan base de Metallica se estaba diversificando grandemente. Padres e hijos coreaban sus canciones ahora.
El ya creciente ‘hate’ a Metallica se disparó con sus siguientes trabajos ‘Load’ de 1996 y ‘Reload’ de 1997, en donde la banda se volcó hacia un estilo ‘alternativo’, rock y hasta country. De los pocos fans del Metallica más metal, para finales de los 90 la mayoría se fue. Hay que analizar que estos fueron tiempos en los que el desaliñado ‘grunge’ se había tomado el mundo del mainstream y lo rock ya no era ‘cool’.
Muchas bandas tuvieron también que bajarle un poco a las revoluciones para poder sobrevivir, en un entorno que se presentaba hostil para la música dura, como Megadeth, Slayer, Anthrax, entre otras. Metallica les mostró el camino sin duda.
Para apeorar la cosa, de 1999 al 2000, Metallica se enfrasco en una disputa legal con un temprano servicio de streaming y descargas llamado Napster, por haber usado una de sus canciones de manera ilegal y sin consentimiento de la banda, ‘I Disappear’. La verdad de las cosas era que Napster permitía a los usuarios que se bajen toda la música que ellos consideraban ‘pública’ de manera gratuita, por lo que Metallica y otros artistas se sintieron perjudicados, e iniciaron la épica batalla legal. Al final Metallica ganó, si así podríamos decirlo.
Este, sin embargo solo fue el principio del fin, ya que a partir de Napster, docenas de páginas empezaron a ofrecer el mismo servicio de download y se convirtió en una especie de persecución de ‘gatos y ratones’, que no paró nunca. La era del internet y el streaming en la música había comenzado.
El inicio de los 2000 estuvo algo lento para la banda y sorpresivamente, a principios del 2001, Jason Newsted dejaba Metallica, habiendo sido la fuerza de cohesión de la banda por mucho tiempo. Cansado de ser mal tratado y menospreciado como artista, dijo ‘basta’ y se bajo de esta empresa gigantesca llamada Metallica, dejando todo, lo bueno como era el dinero que recibía de las regalías y lo malo, la dictadura Hetfield – Ulrich, quienes pretendían que Jason no hiciera nada más que no estuviera relacionado con la banda.
El trato que Metallica le dio a Jason Newsted desde el primer momento fue muy cuestionable. Jason fue el chivo expiatorio de una muerte que nada tuvo que ver con él, fue discriminado, ridiculizado, desmerecido como artista y por último, ‘castrado’ musicalmente hablando. Si bien Cliff Burton tuvo problemas con un miembro de Metallica, Jason tuvo a todos en su contra, incluido a muchos fans. Como resultado, el miembro mas bacán de la banda se fue y nadie tuvo la sensibilidad de pedirle que se quedara, aunque en aquel punto probablemente no hubiera hecho la diferencia.
El productor de este trabajo fue el mítico Bob Rock, que para ese entonces hacia las veces de bajista también, hasta que encontraran un reemplazo para Jason Newsted.
Este fue un periodo un tanto extraño para Metallica ya que tuvieron que lidiar con varios problemas, desde un luto doloroso por la salida de Jason, las adicciones de James Hetfield, que hicieron que la banda suspenda toda actividad por 5 meses hasta finales de 2001 e incluso, las rencillas entre Hetfield y Ulrich, que se volvieron casi inaguantables. Todo esto con cámaras delante, ya que se les ocurrió la brillante idea de filmar este periodo oscuro de sus vidas, y para colmo de males, con un psicoterapeuta presente llamado, Phil Towle, que la banda contrató para que les ayude a pasar estos duros momentos.
De estas sesiones de terapia, de grabaciones de estudio y de mostrar a un Metallica en su peor momento, salió a la luz un documental llamado ‘Some Kind of Monster’, que muestra a la banda al desnudo y ventilando sus ‘trapos sucios’. Para este entonces la banda había contratado ya a un nuevo bajista como miembro oficial de la banda, Robert Trujillo, ex Suicidal Tendencies.
Después de esta experiencia, los miembros de la banda supieron superar sus desavenencias para volver al ruedo completos, más fuertes y revitalizados.
Los siguientes trabajos de Metallica, ‘Death Magnetic’ de 2008 y ‘Hardwired to Self-Destruct’ de 2016, mostraban a una banda que volvía a sus orígenes más duros y hasta rozando los limites del Trash. En el ‘Magnetic’, todas las composiciones son de todos los cuatro miembros de la banda, incluido Trujillo, lo cual es una verdadera novedad. En ese entonces daba la impresión de que aprendieron la lección y que podría ser un intento de cuidar ‘al nuevo’.
Entre estos dos discos, en el 2011, Metallica parió un hijo bastardo llamado ‘Lulu’, que consistía en un álbum conceptual, en colaboración con el fallecido Lou Reed de Velvet Underground. El álbum estaba inspirado en la obra de teatro de 1937 ‘Lulu’, compuesta por Alban Berg y basada a su vez en las tragedias de Frank Wedekind. Y, ¿adivinen que pasó con los fans? Obviamente lo odiaron, odiaron a Metallica, a Lou Reed y a todo el universo por su puesto. Lou Reed declaró luego que algunos aficionados de Metallica amenazaron con dispararle debido a ésta colaboración con la banda.
‘Lulu’ es el disco que peor ha vendido en la historia de la banda, pero al parecer a los cuatro miembros de Metallica no pareció molestarles mucho.
Imaginemos la genialidad de una empresa, por que eso es Metallica al momento, de tomar un producto que ya se vendió hace 30 años, revivirlo y seguir sacando réditos de él, y más aún, hacer que raperos y reguetoneros canten sus canciones. Es una movida magistral en verdad. No es que Metallica esta cantando blues o rap o reguetón, es totalmente al revés. ¡Punto para el Rock!
Metallica es sin duda alguna una de las bandas más influyentes en la historia del heavy metal. Su estilo, sus riffs y sus letras han inspirado a generaciones de músicos y han dejado una marca duradera en el género. Además, ellos han tenido numerosos éxitos comerciales a lo largo de su carrera, con álbumes que han vendido millones de copias en todo el mundo. Su popularidad les ha permitido llegar a un amplio público y convertirse en una de las bandas más exitosas de la historia. Son también la única banda en el planeta que ha tocado en los 5 continentes, incluida la Antartida.
A lo largo de los años, han experimentado con diferentes estilos musicales y han evolucionado bastante en su sonido y como banda. Algunos fanáticos aprecian la capacidad de Metallica para reinventarse y adaptarse, lo que les ha permitido mantenerse relevantes en la industria musical y vender sin parar. Ha habido también fanáticos que se han sentido decepcionados o alienados por estos cambios. Hay quienes consideran que la banda ha traicionado su sonido original y ha adoptado un enfoque demasiado comercial.
Algunos fanáticos sienten también que la calidad de los álbumes más recientes de Metallica no está a la altura de sus trabajos anteriores. Consideran que la banda ha perdido su creatividad y originalidad en la composición de canciones. Como una banda de gran éxito que son, han incursionado en diversas empresas comerciales y han sido objeto de una amplia comercialización. Algunos seguidores consideran que esto ha diluido la autenticidad y la integridad de la banda.
Metallica cambió las reglas del juego no una vez sino varias veces. Nos dieron una verdadera catedra de marketing y comercialización desde el inicio hasta su último trabajo. Nos han dado cátedra de producción al reinventarse a su antojo y seguir presentes y relevantes. Nos dieron una muestra de resiliencia impresionante al superar cuanto obstáculo se les ha presentado, desde muertes, demandas, rechazo de los fans, cambios de alineaciones, pandemias, guerras y demás. Se los podría acusar de todo, menos de no haber trabajado por sus intereses o ser vagos.
Cuando de criticar se trata a alguna gente le sobra lengua, le falta empatía y le es imposible estar tranquilos, en paz, sin soltar críticas destructivas hacia lo que fuera… y en este caso, es a una banda que definitivamente, rara vez le da lo que quiere a la gente. Tal vez esa sea la razón por la que siguen aquí después de cuatro décadas de rock. Con Metallica nunca se sabe que es lo que podría pasar.
Lo único que toca entonces, es admirar su carrera de más de cuatro décadas, miles de conciertos, varios discos de variados estilos, colaboraciones diversas y si nos gusta su música pues bien, a escucharlos y al que no le guste, en un mundo dotado de tecnología están a tan solo un par de clicks de la felicidad, pongan play a su reguetón o a lo que sea de su total agrado y no se hable más. ¡Solo dejen de romper las pelotas y sean felices gente!
Al parecer todavía tenemos ‘The Four Horsemen’ para rato. En hora buena de verdad…
¡Metallica rules modafockas!
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