Reseña: Korn – The Nothing (2019)
Por: Víctor Ramón Beltrán

Tracklist:
01. The End Begins» (Intro)
02. Cold
03. You’ll Never Find Me
04. The Darkness Is Revealing
05. Idiosyncrasy
06. The Seduction of Indulgence
07. Finally Free
08. Can You Hear Me
09. The Ringmaster
10. Gravity of Discomfort
11. H@rd3r
12. This Loss
13. Surrender to Failure

El cantante perdió el año pasado a su madre y después a su esposa, entonces decidió aislarse para poder escribir tranquilamente. Para presentar este disco, que desde 2016 no tenían ninguno publicado, Davis habló del concepto que hay detrás del mismo:

«En lo profundo, dentro de nuestra Tierra, vive una fuerza extraordinaria. Muy pocos son conscientes de la magnitud y el significado de este lugar donde el bien / el mal, la oscuridad / la luz, la felicidad / el tormento, la pérdida / la ganancia y la esperanza / la desesperación existe como un todo, que nos atrae en cada momento de nuestras vidas.

No es algo a donde podemos elegir navegar, sino más bien una conciencia de esta «presencia» que nos rodea con cada respiración, como si estuviéramos vigilados en todo momento. Es el lugar donde las energías en blanco y negro se adhieren a nuestras almas y dan forma a nuestras emociones, elecciones, perspectivas y, en última instancia, a nuestra propia existencia. Hay un reino pequeño y milagroso dentro de este vórtice y es el único lugar donde se equilibra esta dinámica y polarización. las fuerzas existen, donde el alma encuentra su refugio. Bienvenido a… La Nada».

“The end begins” es una introducción al disco que comienza con gaitas, posteriormente introduce una batería pesada y acaba con una voz que lloriquea.

El segundo sencillo que salió del disco, “Cold”, sigue pegando fuerte. A Davis se le nota cabreado y eso consigue que la canción funcione mucho mejor. Y en su letra transmite esa desesperación que las gaitas anteriores nos enseñaban.

“You’ll Never Find Me” fue el primer sencillo que saco el grupo y para mí el tema que más me gusta. Tiene un riff que se balancea con violencia mientras una pesada batería lo acompaña, Una voz que en ocasiones acaba desgarrando pero siempre con un estribillo pegadizo, como sucederá en la primera mitad del disco.

“The Darkness Is Revealing” comienza con un crecimiento en la guitarra hasta que finalmente aparece la voz de Davis, vuelve a sonar desesperado, como desubicado. El ritmo sigue siendo muy atractivo.

“Idiosyncrasy” es una canción con un ritmo más lento, pero no por ello aburrido. El corte es limpio respecto a que lleva un tono bastante similar en toda la canción.

“The Seduction of Indulgence” un interludio bastante siniestro donde a modo de coro final repite “Skinning me, stabbing me, Touching me, licking me, Raping me” y acompañado de unas extrañas percusiones. Es un viaje bastante convulso.

“Finally Free” me parece algo mas sosa, con unos ritmos muy sencillos y nada poderosos.

“Can You Hear Me” empieza con una guitarra suave y una letra tranquila. Hay ciertas distorsiones pero lo importante es que es una canción donde Davis muestra sus sentimientos sobre lo que implica para el resistir una perdida. Parece una canción para si mismo tras sus recientes perdidas.

“The Ringmaster” contiene unos ritmos difíciles de calificar, unas voces atonales y casi desordenadas. La convierte en una canción que si bien es siniestra, posee un poder de atracción que me cautiva.

“Gravity of Discomfort” empieza con una batería que ofrece entrar tranquilamente a una guitarra que va haciendo un sonido compacto hasta que llega la voz y termina de unir todo en una sola narración.

“H@rd3r” vuelve a hablar del dolor, de la angustia y de la realidad. De no saber si puede controlar esa realidad llena de dolor. Tiene un ritmo sencillo, una voz que no se complica y unos instrumentos que son bastante acordes. En el fondo es una canción bastante eficaz, sencilla pero a veces lo simple es lo más adecuado para transmitir un mensaje.

“This Loss” es una canción que se deja llevar bastante por los Korn del pasado. Unos coros brutales y unos riffs de guitarra bastante densos para lo que el disco lleva acostumbrando. La parte casi hablada de la mitad es desconcertante, pero bien llevada para hacer una leve bajada del ritmo y posteriormente subirla entre gruñidos. Acabara este corte con esos coros de los que hablaba, dando mucha fuerza a ese final.

“Surrender to Failure” es el último aliento de Davis en este disco, en el cual, con una prosa tranquila y casi hablada nos va desgranando parte de su dolor. Una canción que acaba, como he dicho, con un suspiro literal. Quizá sea de alivio.

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