Reseña: Opeth – In Cauda Venenum (2019)
Por: Ivan Salvatore

Tracklist:
01. Garden of Earthly Delights (Intro)
02. Dignity
03. Heart in Hand
04. Next of Kin
05. Lovelorn Crime
06. Charlatan
07. Universal Truth
08. The Garroter
09. Continuum
10. All Things Will Pass

Llegó el nuevo disco de Opeth, después de aquel decente pero no increíble Sorceress, y debo decir que como fan de la banda, estoy más que conforme. En este álbum, nos ofrecen un sonido que saca los mejores aspectos de Pale Communion y los escasos aspectos distintivos del Sorceress. Un elemento que me llamó muchísimo la atención, es la inclusión de samplers a lo largo del disco. Y no son 2 o 3, son bastantes más. Por eso es que hay personas que dicen que este disco suena un poco «cinemático», y tienen toda la razón.
Hay canciones que realmente muestran a Opeth intentando cosas nuevas (no necesariamente progresivas), como la intro «Garden of Earthly Delights», que presenta coros solemnes (también hallados en otros momentos del álbum) y sintetizadores, y podría ser incluso alguna pieza de ambient influida por aquel odiado «Dauði Baldrs» de Burzum (los haters de este disco no se me vayan a espantar, la instrumental dura unos escasos 3 minutos y tiene la suficiente variación como para no aburrir, cosa que quizás si ocurrió con el mencionado esfuerzo de Burzum); y la canción «Lovelorn Crime», que nos permite escuchar a la banda probando qué tal les sienta un tema con una presencia del piano bastante notable. Debo decir que esta canción es una especie de «balada» con tintes comerciales que jamás esperaba escuchar de Opeth, pero su inclusión en este álbum me parece más que bienvenida; además de que siento que tranquilamente podría estar presente en alguna película de amor trágica. «The Garroter» es otra pieza más que demuestra las ganas de experimentar que tiene la banda: es como el vals del disco, siento que tranquilamente podría bailarla (mejor no porque mis dotes para el baile son demasiado escasos), o podrían hacerlo un par de actores y actrices en una película (recuerden lo que dije de lo «cinemático»). A medida que la canción avanza, se van agregando distintas capas de sonido (e instrumentos), sin las cuales el tema se haría aburrido rápidamente.
«Dignity», «Heart in Hand» y «Next of Kin», son canciones que, en ciertas secciones, tienen la pesadez del Sorceress, y en otras tienen el énfasis total en el rock progresivo que caracterizaba a su predecesor, el Pale Communion. «Dignity» arranca con coros que contagian alegría, y creo que fue una decisión más que inteligente empezar el álbum con esta canción. En este tema se puede notar que Åkerfeldt utiliza bastante una voz aguda y suave, que es acompañada por aún más suaves guitarras limpias. El solo me recuerda a un John Petrucci pero menos pretencioso. «Heart in Hand» arranca con un riff «galopante» que después se fusiona con otro más típico del rock. Hay incluso una sección de unos 20 segundos aproximadamente, que incorpora un riff que recuerda un poco a los sonidos del heavy metal clásico. El solo de poco antes de la mitad del tema me hace acordar un poco a los de Megadeth en el Rust in Peace, pero carente de la estructura cuidadosamente pensada de los mismos. La despedida es endulzante para los oídos, pero también para la imaginación o los recuerdos, ya que la letra claramente evoca a la nostalgia. «Next of Kin» destaca por una sección donde la batería, las guitarra, los teclados, la voz, y la orquestación están perfectamente alineados, siguiendo la misma melodía. Dicha sección se alterna con otras dos partes más tranquilas, hasta que finalmente explota, y la canción se convierte en una pieza dominada por solos de guitarra retro y orquestaciones brillantes. Pequeño detalle: cuando enumeré instrumentos y elementos del tema, no mencioné a nuestro querido bajo eléctrico. ¿Por qué será?
«Charlatan» está entre las que se destacan por su calidad, y las que se destacan por la experimentación de Opeth. Presenta un ritmo no tan convencional, y una simbiosis entre teclados y guitarras muy bien lograda. Se podría decir que es la menos progresiva del disco, pero no por eso se siente fuera de lugar.
Finalmente, «Universal Truth», «Continuum» y «All Things Will Pass» son canciones que pasan totalmente desapercibidas. Estos son 3 de los últimos 4 temas (el otro es «The Garroter», ubicado luego de «Universal Truth») y representa un serio problema para la solidez del álbum, ya que a esta altura la fórmula de tranquilidad-pesadez-tranquilidad-pesadez se vuelve un poco repetitiva, y no presentan ideas renovadoras como sí lo hicieron el resto de los temas del disco. Supongo que si no estuvieran todas estas pistas en la segunda mitad del álbum sería diferente, pero escuchar alrededor de 30 minutos, y que solo los que presenta «The Garroter» sean destacables realmente daña al disco como unidad. De todas maneras, «Universal Truth» es el menos aburrido de los 3.
En esta reseña no pienso juzgar la instrumentación porque sinceramente no soy un gran catador de rock progresivo (o de la música progresiva en general). La mezcla presenta un muy buen balance, salvo por el bajo (casi inaudible). Mikael no realizó grandes cambios en la presentación de sus vocales, pero si hay un detalle que vale la pena aclarar: el semi-growl de «Dignity» fue tan satisfactorio como fugaz.
Antes de concluir, vale la pena aclarar que estoy más que seguro que la banda hizo este álbum con muchísimo cariño y ganas, y se nota en el gran regalo que la banda nos dió, que consiste de una versión en inglés y una versión en sueco del mismo álbum. De igual manera, la sueca me incomoda un poco porque no entiendo un carajo, pero es un detalle (bastante) agradecible.
Ahora sí, concluyendo: el disco, a pesar de tener una gran decaída a partir de «Universal Truth», nos demuestra a una banda con extremas ganas de seguir haciendo música. Pero no solo eso, sino también de probar cosas distintas sin ningún miedo, lo cual es más que apreciable. Es un álbum que presenta al Opeth de siempre pero renovado, y nos dice a los gritos que hay Opeth para rato.

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